Explicación de las habilidades auditivas
Las habilidades de escucha facultan a un individuo para recibir e interpretar con precisión diferentes formas de información, mensaje o noticias en un proceso de comunicación.
Escuchar y oír pueden parecer dos palabras con el mismo significado, pero están separadas por un factor, es decir, la comprensión. Las habilidades auditivas implican comprender el tema, mientras que la audición es solo un proceso científico del sonido que ingresa a sus oídos. Las personas con más conocimientos en este mundo están en sus posiciones fuertes porque escucharon y no porque hablaron.
¿Cómo te sentirías si hablaras de algo que te entusiasma y no hubiera nadie para escucharte? Siempre se valora más a un buen oyente que a un buen orador. Cada problema, historia o solicitud debe analizarse para que una persona comprenda las necesidades básicas del hablante.
Peter Nulty de la revista Fortune, al hablar sobre la importancia de las habilidades auditivas dice:
“De todas las habilidades de liderazgo, escuchar es la más valiosa y una de las menos comprendidas. La mayoría de los capitanes de la industria escuchan solo a veces y siguen siendo líderes ordinarios. Pero unos pocos, los grandes, nunca dejan de escuchar. Así es como se enteran antes que nadie de los problemas y oportunidades que no se ven”.
Ya sea espacio personal o profesional; necesitamos escuchar al menos tanto como necesitamos hablar. – Y por eso, en este post aprenderemos todo lo relacionado con perfeccionar la escucha.
Lo primero es lo primero, comprendamos la diferencia entre el buen oyente y el mal oyente.
¿Qué significa un buen o mal oyente?
Un buen oyente no es una persona que solo asiente con la cabeza a todo lo que dice el orador. Escuchar bien implica interpretar todas las señales verbales y no verbales que expresa el hablante. Las palabras habladas se entienden mejor si se reconoce la intención detrás de las palabras.
La capacidad de escuchar activamente ayuda al oyente a llegar al fondo de la idea central que se está comunicando. Implica paciencia, voluntad y retroalimentación.
Una persona que no escucha el significado es considerada como una mala oyente. Un pésimo oyente a menudo se presenta como una persona egoísta y egocéntrica que no es respetada ni apreciada por nadie.
¿Cómo se convierte uno en un buen oyente?
Convertirse en un buen oyente es convertirse en la persona con la que le gustaría hablar. Los buenos oyentes prestan atención a los detalles, se mantienen enfocados y retienen el mensaje que se les comunica. Escuchar es el primer paso que debe tomar para evitar la falta de comunicación.
Comprender el lenguaje corporal del hablante es el secreto oculto detrás del éxito de todo oyente válido y activo. Cada palabra debe coincidir con el lenguaje corporal que le corresponda. Ayuda al oyente a comprender las palabras de la manera exacta en que se han pronunciado.
- Centrarse en la idea central de la comunicación. No te distraigas con las personas o cosas que te rodean, a menos que sea muy importante atenderlas. Centrarse en el tema central en cuestión es más importante que centrarse en otros detalles hablados.
- Anote la información vital que considere importante y crítica para recordar. Esta información puede ser números, hechos o cualquier cosa que consideres necesaria. Indique regularmente que está activamente interesado en lo que están diciendo. Aumenta la confianza del orador y lo ayuda a comunicarse mejor con usted.
- Identificar el estilo del discurso. Le ayudará a diferenciar diferentes temas usando el tiempo y la técnica de hablar. Cada orador tiene un estilo diferente de hablar, por lo que este es un paso importante para ayudarlo a obtener una visión clara del mensaje que se transmite.
Papel del lenguaje corporal para ser un buen oyente
Tu lenguaje corporal es la mejor manera para que las personas te reconozcan como un buen oyente.
Por ejemplo, asentir con la cabeza, decir “sí”, “seguro” o “estoy de acuerdo” cuando está de acuerdo con su opinión o sonreír ante las declaraciones positivas hechas por el orador.
El lenguaje corporal de un oyente hace que el hablante entienda si el oyente está interesado o no. Un oyente desinteresado baja la moral de un orador. Haga preguntas donde necesite aclaraciones. Sin embargo, no interrumpa las oraciones del hablante. Espere una pausa para hacer la pregunta.
Un oyente siempre debe seguir las preguntas de apoyo para aclarar sus dudas. Esta forma de examen hace que el orador sienta que tiene una audiencia curiosa y los alienta aún más.
Captar el tono del discurso. El sonido, el volumen y la forma de hablar combinados determinan qué palabra/tema enfatiza el hablante. Un oyente activo puede identificar los tonos utilizados para los temas esenciales y, por lo tanto, comprender qué temas se distinguen por igual siguiendo el sonido del habla.
A veces, los oradores pueden hablar sobre varios temas en una sola sesión. Un oyente activo debe ser capaz de resumir mentalmente toda la información sin quedarse obsesionado con ella.
Mantener contacto visual es uno de los factores más críticos que diferencian a un buen oyente de un mal oyente. El contacto visual es una forma de afirmar al hablante que sus palabras no son en vano. No se permita mirar fijamente a los ojos del orador de manera inapropiada.
También es crucial empatizar con el hablante cuando sea necesario. Consolarlos creará confianza entre ellos y mejorará la relación que compartes con ellos.
Dibuja información relevante que haya sido previamente compartida por el orador. Les hace sentir que valoras sus palabras. Al hacer esto, un hablante gana más fe en sus oyentes.
¿Cómo ayuda la escucha efectiva?
La escucha activa elimina las lagunas de comunicación y evita malentendidos. Aumenta la confianza y la moral del hablante. Para que los mensajes se hablen y comprendan en un sentido único, es importante que existan habilidades de escucha efectiva en las personas.
Escuchar efectivamente mejora las relaciones entre los hablantes y los oyentes. Se respeta a un oyente activo por prestar cuidadosa atención a las palabras del orador.
Ayuda a construir conexiones seguras entre las personas y desarrollar contactos para la ayuda futura que pueda necesitar.
Un buen oyente puede usar esta habilidad para brindar una valiosa contribución a la resolución de problemas. Después de escuchar atentamente los temas, un buen oyente puede actuar con cautela para ayudar al orador.
Un buen oyente puede captar información a gran escala. Ayuda al oyente a aprender cosas nuevas y aumentar su base de conocimientos al comprender los hechos y las experiencias compartidas por otros.
Escucha en el lugar de trabajo
En un lugar de trabajo, un empleado puede construir una relación sólida con sus jefes al escuchar de manera efectiva sus problemas y ganarse su confianza al resolverlos. Una buena relación con tus superiores puede aumentar las oportunidades de crecimiento en tu carrera.
Un empleador también puede beneficiarse de ser un oyente activo. Escuchar y prestar atención a los problemas de los empleados puede reafirmar la confianza y desarrollar la moral en los corazones de los empleados.
Los empleados motivados ayudan a las empresas a alcanzar sus objetivos y a crear un ambiente de trabajo saludable.
Reciprocar la energía mientras se escucha
¿Considerarías continuar hablando con personas que parecen no estar interesadas en lo que tienes que decir? Otros tampoco. Ser un buen oyente incluye mantener la misma energía y entusiasmo mientras escucha, como el hablante.
Cuando dos personas se comunican con la misma energía sobre un tema, comparten una vibra positiva que mejora la opinión que tienen del otro. Si quieres que te escuchen, primero debes escuchar.
El poder de las suposiciones al escuchar
Cada oyente hace algunas suposiciones cuando no está seguro de lo que escucha. La base de estas suposiciones es el factor clave que diferencia a un oyente ineficaz de uno activo.
Las suposiciones que son obvias y no requieren aclaración son inofensivas. Sin embargo, siempre debe haber algún razonamiento lógico para respaldar estas suposiciones. Una suposición sin una base adecuada llevará al oyente a una opinión basada en un concepto erróneo. Puede llevar a personas con puntos de vista similares a caer en un conflicto de intereses.
Tampoco es de buena educación interrumpir al orador para asegurarse de que no haga una suposición. Cada parte de la comunicación debe realizarse en el momento más adecuado posible.
Otro error que comete la mayoría de la gente es juzgar al orador demasiado rápido. A menudo, este juicio está equivocado por información incompleta. No intente juzgar al orador sin tener la imagen completa de su stand, ya que creará más malentendidos entre usted y ellos.
Papel del habla en las habilidades auditivas
Irónicamente, hablar es parte de una buena habilidad para escuchar. Escuchar no significa quedarse callado.
Comunicarse con palabras es tan importante como usar el lenguaje corporal. Si no cumples de una manera u otra, parecerás alguien aburrido o indiferente a las palabras que se le digan.
Hablar puede implicar hacer preguntas de sondeo, estar de acuerdo o en desacuerdo cuando sea necesario, consolar y mostrar empatía. Hablar ayuda a ambas partes a comunicarse para mejorar la calidad de la comunicación.
Papel de la paráfrasis en la escucha
Parafrasear es la reafirmación de palabras pronunciadas por alguien. Es crucial que los buenos oyentes parafraseen en sus mentes, para que les sea más fácil entender el mensaje. La paráfrasis se puede hacer para resumir todos los puntos y también para temas específicos.
Contrariamente a la opinión pública, Parafrasear no es simplemente el acto de cambiar palabras. Las oraciones reformuladas deben ser similares y más simples. Para entender esto, aquí hay algunos ejemplos de paráfrasis:
Frase original: La vida de Modi significó un cambio significativo para todos los pobres de nuestro país .
Oración parafraseada: India fue testigo de una era de reforma para los pobres en el poder de Modi .
Siempre cite una paráfrasis usando puntos vitales originales. Agregue una estructura de oración personalizada para hacer de esta una tarea sencilla y sin complicaciones.
Personas que triunfaron escuchando
El cuarto hombre más rico del mundo, Mukesh Ambani, es considerado la persona más exitosa de Asia. Él construyó un imperio de 80 mil millones de dólares escuchando a la gente de la India y sus problemas financieros.
Proporcionó acceso a Internet a la gente a un costo insignificante. También observó la necesidad de servicios digitales de mejor calidad en el país y presentó Reliance: Digital for the public.
Mark Zuckerberg, el emprendedor de Internet más rico del mundo, ha llegado a su posición escuchando las dificultades sociales a las que se enfrentaba la gente. Resolvió su problema al comprender a fondo todas las complicaciones que enfrentaban sus amigos y compañeros de universidad.
Mark creó Facebook como un remedio para la gente y se convirtió en el fundador de la plataforma de redes sociales más popular a nivel mundial.
Habilidades de escucha verbal que debes tener
- parafraseando
- Hacer preguntas abiertas
- Hacer preguntas de sondeo específicas
- Usar afirmaciones verbales cortas
- Mostrar empatía
- Compartiendo expresiones similares
- Recuperación de información previamente compartida
Habilidades de escucha no verbal que debes tener
- Cabeceo
- Sonriente
- Evitar movimientos distraídos
- Mantener el contacto visual
¡Reflexiones finales sobre las habilidades auditivas!
La escucha efectiva no es solo un conjunto de habilidades que puede adquirir, sino también un estado de ánimo. La verdadera escucha implica mucha paciencia y una respuesta constructiva.
Todo el mundo tiene algo que decir, pero nadie a quien escuchar. No existe un atajo para convertirse en un oyente activo. Comprender los sentimientos de una persona y resaltar las soluciones a sus problemas son cosas que todos los que “escuchan” quieren hacer, pero solo las personas que “escuchan” pueden hacer.
Convertirse en un buen oyente es una de las cualidades más buscadas que la gente busca en amigos, socios, empleados y colegas. Si quieres seguir manteniendo buenos lazos con las personas de tu vida, da un salto radical a la escucha activa. Sé el cambio que deseas ver en los demás.
Un psiquiatra estadounidense, Karl A. Menninger, dijo una vez:
Escuchar es algo magnético y extraño, una fuerza creativa. Los amigos que nos escuchan son hacia los que nos movemos. Cuando somos escuchados, nos crea, nos hace desplegar y expandir”.
Por lo tanto, si desea estar en la liga de las personas más exitosas del mundo, debe comenzar a escuchar más constructivamente para optimizar su rendimiento y productividad.
¿Cuáles son sus pensamientos acerca de la importancia de las habilidades de escucha en su vida personal y profesional? Comparta sus opiniones con nosotros en la sección de comentarios a continuación.