Escucha Empática: Definición, Cualidades, Habilidades y Consejos
La escucha empática se define como escuchar con la intención de cuidar con el sentimiento de compasión y comprensión emocional. También se conoce como escucha activa o escucha reflexiva.
Explicación: La escucha empática está más allá de la audición normal. Lo primero que hay que entender aquí es la diferencia entre escuchar y oír. Imagina a dos personas sentadas en un café.
Una persona está hablando mientras que la otra persona no interrumpe pero tampoco necesariamente presta atención. Las palabras caen en sus oídos sin llegar a su cerebro. Eso se llama oír. Ahora imagine si la segunda persona lo escucha y lo entiende y corresponde adecuadamente con las respuestas necesarias que indican que ha prestado toda su atención.
Eso se llama escuchar. Se necesita una escucha empática y no un oído empático, y va más allá del mero oír. Si se hace correctamente, la escucha empática te ayudará a profundizar tus relaciones con otras personas y te dará un sentido de pertenencia.
Tener un oyente cercano es esencial tanto en el lugar de trabajo como en la vida personal. La escucha empática se puede denominar como un proceso compasivo y dinámico que hace uso de todos los elementos de la comunicación y no solo de la escucha.
En los negocios, la escucha empática es una habilidad crucial y tenerla es uno de los rasgos de liderazgo. Algunos nacen con una habilidad natural para ser empáticos, y otros desarrollan y honran esta habilidad a lo largo de sus vidas.
Tener una capacidad de escucha empática es esencial para ayudar a un compañero de trabajo estresado o, en ocasiones, incluso a un cliente.
Cualidades de un oyente empático
1. Presencia
Estar presente no significa que la otra persona simplemente deba estar presente físicamente. Estar presente incluso en el teléfono es suficiente si la persona está mentalmente presente y escuchando, además de responder adecuadamente a lo que la persona está compartiendo.
Minimizando las distracciones externas, el oyente empático no debe provocar interrupciones. Tampoco debe permitirse interrupciones.
2. Compasión
La compasión es mostrar similitudes en tu experiencia emocional con la otra persona. El oyente debe identificar y conectar las experiencias emocionales con sus propias experiencias para que la persona que comparte se sienta mejor.
Por ejemplo, si la persona dice que tiene problemas para ir a la oficina, puedes compartir tu experiencia sobre cómo enfrentaste el problema para ir a la oficina y cómo lo resolviste.
Sin embargo, es fundamental recordar que no se trata de ti sino de la otra persona; por lo tanto, debe detenerse en un punto apropiado de su conversación.
3. Sabiduría
Usa la sabiduría que tengas para resolver el problema o ayudar a la persona a superar su trauma emocional. La razón principal por la que alguien comparte algo importante contigo es porque confía en tu sabiduría.
Entienden que no solo puede escuchar, sino también proporcionar una solución si es necesario. Por lo tanto, no se asuste ni se abstenga de responder a las necesidades de la persona con su sabiduría.
4. Sin prejuicios
Una de las partes más cruciales de ser un oyente empático es que no debes juzgar. No importa lo que la otra persona comparta, no debes criticarla.
Puede que no esté de acuerdo con algunas cosas o que no le vayan bien. En cualquier caso, antes de expresar su opinión, haga las preguntas suficientes para comprender el problema correctamente. Y luego exprese su opinión o sugerencia solo si es necesario.
Si sientes que no estás agregando nada a la conversación o a la persona, entonces no tiene sentido expresar tu opinión.
5. Confiabilidad
Este es uno de los elementos esenciales de la escucha empática. Tienes que ser digno de confianza el uno con el otro, o de lo contrario no habría una escucha empática.
6. Paciencia
Tienes que ser paciente mientras el otro amigo comparte sus cargas contigo. Algunas personas las comparten de inmediato, mientras que otras se toman su propio tiempo.
Al ser un oyente empático, debe desarrollar el hábito de la paciencia y debe permitirles que se tomen su propio tiempo para que puedan hablar libremente sin obstáculos.
7. Capacidad de respuesta
La función principal del oyente empático está en su nombre: escuchar. Sin embargo, hay momentos en los que se espera que responda a la persona que habla. Le ayudará a aclarar sus dudas, así como a ayudar a la persona a que usted le responda sus problemas.
Sin embargo, debe buscar el momento correcto para expresar su opinión o ser receptivo.
Habilidades de escucha empática
La primera y más importante habilidad de la escucha empática es la paciencia. No tiene que estar de acuerdo o en contra de la persona, pero simplemente puede usar frases que se clasifican como continuadores de conversación como “Entiendo”, “Oh, ya veo”, etc.
Tienes que actuar como un reflejo de la persona. Tienes que repetir los pensamientos y compartir sentimientos con la persona para que se sienta cómoda expresándose. Pero hay que tener mucho cuidado al ser expresivo con la persona. Se recomienda usar palabras claras con significados claros en lugar de palabras con significados ocultos.
Un oyente empático no debe responder de tal manera que la persona se sienta juzgada o a la defensiva. En otros casos, restringirá el flujo de conversación de la persona.
La persona también debe tener habilidades de sondeo. Por ejemplo, si alguien comparte con usted que tiene un problema específico con su trabajo, debe investigar suavemente y pedir que describa el problema para que pueda escuchar y brindar una solución.
También debe tener en cuenta lo que se dice y lo que no se dice. Mire su lenguaje corporal y la comunicación no verbal, que está sucediendo sin su conocimiento. A menudo, la comunicación no verbal revela mucho más de lo que pretende, y esto le dará un mensaje negativo a la persona que comparte la información.
Consejos para la escucha empática
Los siguientes son algunos consejos esenciales para ser un excelente oyente empático:
1. Excelentes habilidades de escucha
Para convertirse en un buen oyente, debe desarrollar excelentes cualidades auditivas. Hay una diferencia entre escuchar y escuchar, como se describió anteriormente, y debe asegurarse de no estar simplemente escuchando y escuchando para comprender y responder.
Deje que la persona hable sin que usted la interrumpa. Sin embargo, siga escuchando bien a la persona que habla. Use respuestas apropiadas para las preguntas, si las hay, o brinde apoyo moral al continuar la conversación.
Trate de entender en lugar de tratar de responder. Evita juzgar lo que diga la persona y mantén la mente abierta a todo lo que te diga.
2. Escuchar para comprender
Si bien la mayoría de las personas escuchan con la intención de responder, pensando que agregarán algo de valor a la conversación, el oyente empático debe escuchar para comprender. Responder no es esencial, pero la comprensión es cuando estás escuchando.
Debes estar atento a lo que la persona está hablando, cómo le afecta tu respuesta. Si siente que sus respuestas no agregan valor a la conversación, no debe responder.
La mayoría de las personas tienen una capacidad inherente para brindar una solución sin comprender el problema. Por lo tanto, el oyente empático debe dejar de lado sus pensamientos y sentimientos y dedicar todo el tiempo a escuchar a la persona.
3. Atención
Cuando alguien se abre a ti y habla con todo su corazón, lo menos que puedes hacer es estar completamente atento. Tienes que entender que eligen hablar contigo porque eres un oyente empático.
Podrían haber seleccionado a muchas otras personas, pero han elegido hablar contigo, lo que demuestra la confianza que tienen en ti. Al prestarles toda su atención, está reduciendo la mitad de su carga.
Asegúrese de tener toda la atención en el hablante. No se distraiga con interrupciones de teléfonos móviles, llamadas telefónicas constantes o no intente realizar múltiples tareas. Esto dará una impresión equivocada de ti como un oyente empático con el orador.
4. Evita malentendidos
Tener malentendidos durante las conversaciones es una de las peores cosas que puede experimentar como oyente empático. El malentendido puede estar en cualquier lado. Es crucial que si no entiendes algo, lo repitas de nuevo por la persona para que puedas estar seguro de que lo que has escuchado y lo que has seguido es lo mismo.
Si ha habido un malentendido de su parte con la persona que está hablando con usted, entonces deténgalo inmediatamente para evitar sus repercusiones incrementales. Confirme y vuelva a confirmar para comprobar su comprensión. Por ejemplo, si la persona dice que no tiene a nadie que la apoye, en lugar de saltar directamente a la conclusión de que la persona está sola, comienza a preguntarle si tiene familiares, amigos en el trabajo u otros colegas o gente con la que se encuentra.
Si todas las respuestas son no, entonces puedes seguir adelante y comprender que la persona no solo PIENSA que está sola, sino que está sola.
5. Haz preguntas
Hacer preguntas es lo mejor que puedes hacer por el bienestar y la empatía. Sin embargo, no hagas preguntas molestas, incorrectas y constantes que apaguen el entusiasmo o la motivación del orador.
No haga las preguntas un interrogatorio físico. Las preguntas abiertas se recomiendan más cuando se trata de una escucha empática. Si el oyente tiene que hacer alguna pregunta no relacionada con lo que está hablando el hablante, debe disculparse antes de hacer la pregunta por la interrupción y luego hacer la pregunta irrelevante.
Hacer preguntas también ayudará a evitar malentendidos. Comenzar la pregunta con “según entiendo esto…” ayudará a verificar su comprensión y evitar malentendidos.
6. Silencio
Es fundamental mantener el silencio. La profundidad y el peso se suman a la conversación debido al silencio. Sin embargo, no te quedes completamente en silencio incluso cuando la persona te haga alguna pregunta. Use el tono apropiado de su voz junto con la modulación de voz.
Hablar demasiado alto o demasiado bajo puede resultar molesto para la persona. El silencio a intervalos apropiados, mientras la persona habla mientras la persona requiere algún tiempo para hablar, es muy importante para mantener la conversación y las emociones de la persona.
Terminar abruptamente el silencio afectará los sentimientos del oyente e invitará a una respuesta emocional de la persona.
Conclusión
Por lo tanto, ser un oyente empático es un regalo para otras personas, ya que pueden hablar de todo con el empático. El oyente empático debe seguir todas las reglas y consejos para ser un buen oyente empático.
El oyente empático debe utilizar todos los elementos relacionados con el oyente empático lo mejor que pueda.