Concepto de cliente
El concepto de Cliente es un modelo de 4 etapas que muestra cómo la organización puede lograr el crecimiento captando y reteniendo a sus clientes. El modelo de concepto de cliente se puede utilizar para determinar dónde se encuentra la organización en términos de servicio a sus clientes. Este modelo se puede utilizar tanto en el mercado de productos como en el mercado de servicios. Estas son las cuatro etapas del concepto de cliente.
1) Punto de partida
Aquí, el cliente es solo un individuo que cae en un grupo objetivo. Por ello lo primero que necesita la organización es conocer la Segmentación, Targeting y Posicionamiento. Una vez que el cliente ha sido definido, es hora de pasar a la siguiente fase.
2) Enfoque
En esta etapa, la organización debe centrarse en las necesidades y deseos de los clientes, así como en el valor que proporciona para el cliente. ¿Qué es exactamente lo que quiere el cliente? . Es muy importante que la organización se mantenga sincronizada con los continuos cambios en el mundo de los negocios. Por lo tanto, necesita un análisis de brechas de vez en cuando, así como estudios e investigaciones de mercado para enfocarse en las necesidades y deseos de los clientes.
3) Medios
¿Cuáles son los medios disponibles para que la organización entregue valor al cliente? En esta etapa es muy importante que la organización conecte todas y cada una de las funciones de la organización para formar una Cadena de Valor. Los servicios deben estar conectados con las ventas, que a su vez deben estar sincronizadas con la fabricación, etc. Puede consultar la cadena de valor para comprender cómo se puede crear valor para el cliente en una organización. Junto con esto, también es importante la integración de múltiples canales de venta.
4) Termina
La participación del cliente, la lealtad del cliente y el valor de por vida del cliente son tres conceptos que pueden definir el valor del cliente de la organización. Por lo tanto, esta es la última etapa del concepto de cliente en el que la organización tiene que asegurarse de que ha mantenido a sus clientes satisfechos, que los clientes de la organización se han convertido en “clientes habituales” y, finalmente, que siguen siendo clientes de por vida.