¿Cómo administrar a tu jefe? 10 formas de administrar a tu jefe
El éxito ya no depende solo de tu desempeño laboral. En gran medida, también depende de su jefe, ya que es él quien lo recomendará para una caminata o una promoción. En este momento se vuelve importante estar del lado bueno de él y esto solo puede suceder cuando eres capaz de manejar a tu jefe y mantenerlo feliz.
Administrar no indica manipular, sino que es un término relativo que significa trabajar y tratar juntos en condiciones armoniosas. Por lo tanto, para administrar a su jefe, debe esforzarse por tener una base sólida y una relación saludable prestando atención a sus preferencias, sensibilidad, preocupaciones y necesidades en todo momento. Esto creará una amplia base para la progresión de su carrera y el éxito futuro.
¿Cómo administrar a tu jefe?
1) Mejorar las comunicaciones
La comunicación es una herramienta importante para gestionar con éxito a su jefe. Piense en su nivel de comodidad ya que todos tienen un canal de comunicación preferido que les gusta usar repetidamente. Encuéntralo y luego úsalo. A algunas personas les encanta la comunicación personal cara a cara y, si tu jefe es uno de ellos, hazlo.
Si le encanta comunicarse por correo electrónico, envíe uno que lo actualice sobre el trabajo relevante. Cada jefe tiene un estilo distintivo, asegúrese de conocerlo. ¿Le gustan los correos electrónicos breves y precisos con un asunto descriptivo? Entonces envíelo así. Él lo apreciará y comenzará a verte favorablemente. Si un jefe prefiere programar reuniones apropiadas con regularidad, organice una para ahorrarle tiempo. Cuanto más te pongas del lado de sus preferencias, más entrarás en sus buenos libros.
2) Alinearse con tu jefe
Asegúrese de conocer la visión y los objetivos que ha establecido su jefe. Una forma de administrar a su jefe es alinearse con él para lograr una mejor productividad y eficiencia en el trabajo. Comience a pensar en términos de su proceso de pensamiento e interés y, en poco tiempo, comenzará a comprender sus deseos y las cosas que no le gustan. Trabaje en consecuencia.
Si quiere que un empleado llegue al punto, entonces sea ese empleado, si quiere actualizaciones periódicas, proporcione una y si apoya las actividades del equipo, entonces esté a la vanguardia. No hagas cosas que no le gustan. Por ejemplo, si no le gusta que los empleados tomen más tiempo para almorzar, evítelo y si no le gustan las estaciones de trabajo desorganizadas, manténgalas organizadas.
3) Brindar soluciones no quejas
Los problemas son parte integral de una organización. No se avergüence de ello, en su lugar, busque formas y medios para resolverlo de manera oportuna y eficiente. No admire a su jefe cada vez que surja un problema en el lugar de trabajo. Usa tu propia creatividad y encuentra una solución viable. Las condiciones adversas son oportunidades que pueden ayudar a mostrar su talento.
Sea un solucionador de problemas y trátelos rápidamente con una buena estrategia. Esto encontrará el favor de su jefe, ya que a nadie le gusta que lo interrumpan una y otra vez. Cuando vea tus capacidades, ganará confianza en tus acciones y se volverá más manejable.
4) Aconsejar y luego obedecer
Un jefe siempre será tu jefe. Con el tiempo puede que te haya dado algunos privilegios pero al final del día importa más lo que dice que lo que sientes. Cuando descubra que su jefe comete un error, ofrézcale consejos viables lo mejor que pueda. Solo una vez es suficiente, no lo repitas. Déjalo contemplar y llegar a una decisión.
Si se apega a lo que dice, entonces no ofrezca resistencia, simplemente obedezca sus instrucciones. Una vez que se ha tomado la decisión, no es su deber cuestionar a su jefe. Debe implementarlo lo mejor que pueda y sepa, independientemente de sus pensamientos.
5) Demuestra que eres confiable
Un empleado puede hacer las cosas fáciles y difíciles para su jefe con mucha facilidad. Si quieres gestionar con éxito a tu jefe, muéstrale tu lado bueno. Comenzará a confiar en usted solo cuando su trabajo esté a la altura y comience a creer en usted personalmente.
Demuéstrele con sus acciones que es digno de obtener su aprobación y que se puede confiar en él en tiempos de crisis. Establezca confianza con sus acciones y ayúdelo a lograr sus objetivos apoyándolo incondicionalmente, ofreciéndole soluciones sólidas y buenas ideas.
6) Mantén la calma en todas las condiciones
Las condiciones tensas son una parte integral de una atmósfera profesional. Mantén la calma y no pierdas la calma aunque tu jefe la haya perdido. A veces las cosas empiezan a desmoronarse y en este momento de caos, tu jefe necesita alguien tranquilo a su lado.
Destaca con tus acciones y sé esa persona guardando tu reacción para ti mismo. Tu jefe espera una persona sensata a su lado, así que deja de lado tu irritación y temperamento y conviértete en la persona más confiable.
7) No te quejes
A nadie le gusta una persona que tiene el hábito de lloriquear. Una forma de manejar a tu jefe es evitando tal acción. En un entorno profesional, habrá problemas y es justo hacérselo saber a tu jefe, pero no empieces a quejarte o criticar a los demás.
Mantenga su ecuación personal y sus emociones fuera de esto, ya que un entorno profesional no es el lugar para ello. Si se trata de un problema grave, su jefe seguramente tomará medidas relativas incluso sin su indicación, así que evite cualquiera. Asegúrate de no quejarte y quejarte de tu jefe con los demás, ya que algún día volverá a él y te morderá horriblemente.
8) Establece límites saludables
Puedes pensar que eres indispensable para tu jefe pero no es así. Es mejor establecer límites saludables al principio, ya que será una bendición más adelante. Tu jefe puede querer molestarte en cualquier momento del día, incluso cuando hayas llegado a casa y estés en tu zona personal.
Depende de ti cuidarte a ti mismo ya que nadie más te va a ayudar. No discuta con su jefe y no justifique sus acciones. No es necesario que te disculpes o racionalices, solo establece los límites con respeto, firmeza, racionalidad y calma y apégate a tu decisión. Después de algún tiempo, todos se adaptarán a ellos.
9) Hágase responsable
Una forma de manejar a tu jefe es siendo responsable de tus acciones. Todo el mundo puede cometer errores en el transcurso del tiempo. No tiene nada de malo. Sea claro de su parte y reconozca el resultado como su culpa. Simplemente no te detengas allí.
Esté preparado con un plan alternativo para rectificar el error y mejorarlo. Asegúrese de que nunca volverá a suceder y, a partir de ese momento, comience a verificar dos veces para evitar errores. Tener un tipo que pueda reconocer sus errores y corregirlos le dará buenos puntos a su jefe y lo acercará a él.
10) Haz que tu jefe quede bien
Nunca puedes moverte hacia arriba empujando al otro hacia abajo. La relación entre un jefe y su empleado es tan crítica como íntima. Asegúrate de entenderlo y en condiciones adversas apoyarlo. Unidos aguantamos y divididos caemos debería ser tu mantra profesional. Conviértete en una mano amiga y con permiso para empezar a lidiar con su exceso de trabajo.
Puede ser la persona que hace que su jefe parezca eficiente y productivo frente a todos los demás. Si crees que tu jefe no sabe de tu gesto te equivocas. Él apreciará tus esfuerzos y en el momento adecuado te recompensará adecuadamente. Una forma de manejar a su jefe es invertir en esta relación y apoyarlo en todo momento.